Los últimos meses de la vida de Bolena, su lucha con la sociedad patriarcal de la Inglaterra de los Tudor, su deseo de asegurar un futuro para su hija, Isabel, y el no poder darle a Enrique un heredero varón.

Ella es la detective de Londres que, a pesar de los problemas maritales, las tragedias, las lagunas de memoria y los conflictos como madre, siempre atrapa al asesino.

Una policía investiga el asesinato de un narcotraficante, sin saber que es la testigo desaparecida buscada por la policía y el asesino, lo que hace que su investigación sea muy peligrosa.